Ratio de liquidez y aplicación en su organización

Un hombre mira sonriente a la cámara mientras trabaja en Current Ratio.

El ratio de liquidez es una medida financiera importante que permite conocer la situación de liquidez de una empresa. Mide la relación entre los activos a corto plazo y los pasivos a corto plazo. En términos sencillos, muestra hasta qué punto una empresa es capaz de pagar sus pasivos a corto plazo con activos a corto plazo. Un ratio superior a 1 significa que una empresa tiene fondos suficientes para hacer frente a sus deudas, mientras que un ratio inferior a 1 puede indicar dificultades financieras. Los inversores y prestamistas suelen utilizar este ratio para evaluar el riesgo de una inversión. Cuanto mayor sea el ratio corriente, mejor parece ser la salud financiera de la empresa.

Orígenes y alternativas

Los orígenes del ratio actual se remontan a los primeros tiempos de la contabilidad moderna. Aunque no hay una persona concreta a la que se atribuya la autoría, el concepto surgió en el siglo XIX, cuando las empresas buscaban formas de medir su salud financiera con mayor precisión. El ratio se popularizó rápidamente en el mundo de las finanzas y hoy se utiliza en todo el mundo. Los competidores del ratio corriente son otros ratios de liquidez como el ratio rápido y el ratio de caja. Al igual que el ratio corriente, estas alternativas proporcionan información sobre la posición de liquidez, pero con métodos de medición diferentes. Organizaciones como las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera (FASB) promueven el uso del ratio corriente dentro de sus directrices de información financiera.

Así se calcula el ratio corriente

Calcular el ratio corriente es relativamente sencillo. Se divide el activo circulante entre el pasivo circulante. Los activos corrientes incluyen cosas como efectivo, deudores e inventarios. El pasivo corriente incluye deudas que deben devolverse en el plazo de un año, como cuentas a pagar y préstamos a corto plazo.

He aquí un resumen de las opciones de ratio actuales:

  • Ofrece una visión general de la liquidez a corto plazo.
  • Ayuda a los prestamistas a evaluar el riesgo de los préstamos.
  • Utilizado por los inversores para determinar si una empresa es financieramente estable.
  • Puede ser utilizado por las propias empresas para evaluar su eficiencia operativa.

Un buen coeficiente de solvencia varía según el sector, pero en general un coeficiente de entre 1,5 y 2 se considera saludable.

A continuación le indicamos cómo aplicar el coeficiente actual en su organización

Aplicar el ratio corriente en su organización puede ayudarle a comprender mejor la situación de liquidez de su empresa. Empiece por recopilar datos sobre su activo circulante y su pasivo circulante. Por lo general, puede encontrar esta información en el balance de su empresa. Dividiendo el activo entre el pasivo obtendrá el ratio de liquidez. Puede controlar esta cifra con regularidad para asegurarse de que su organización dispone de efectivo suficiente para hacer frente a las obligaciones a corto plazo. Las empresas pueden utilizar este ratio como parte de sus informes financieros internos o para mostrar a los inversores su solidez financiera. Aplicar este ratio también puede ayudar a planificar futuras inversiones o a gestionar la deuda.

Implicaciones prácticas

El ratio corriente ofrece información valiosa, pero es importante tener en cuenta sus implicaciones prácticas. Por ejemplo, un ratio corriente demasiado alto podría significar que tiene demasiados activos que no se están utilizando de forma eficiente. Esto podría indicar que su empresa no está invirtiendo lo suficiente en crecimiento o innovación. Por otro lado, un ratio corriente bajo puede indicar el riesgo de que no pueda devolver las deudas a corto plazo, lo que podría provocar problemas de pago. Así que hay que encontrar el equilibrio entre mantener suficiente liquidez y utilizar los activos de forma óptima. Diferentes ratios pueden considerarse saludables en diferentes sectores. Así que compare sus resultados con los de sus homólogos del sector para hacerse una mejor idea.

Legislación

La aplicación del ratio corriente está cubierta por diversas normas y reglas contables. Muchos países utilizan las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) o los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) a la hora de elaborar informes financieros. Estas normas exigen que las empresas proporcionen claridad sobre sus activos y pasivos corrientes. Para las empresas que cotizan en bolsa, es importante presentar informes financieros precisos en los que el ratio de circulante suele desempeñar un papel importante. Los reguladores pueden utilizar estas cifras para comprobar si las empresas cumplen los requisitos de liquidez. Los bancos y otros prestamistas también suelen exigir el ratio corriente a la hora de conceder un préstamo, ya que es una buena indicación de la solvencia de una empresa.

Evolución reciente

La aplicación del ratio corriente ha experimentado algunos avances interesantes en los últimos años. Con el aumento de la tecnología y el análisis de datos, las empresas pueden ahora calcular y analizar ratios financieros. Como el ratio de liquidez, con mayor facilidad y rapidez. Los programas de contabilidad modernos suelen integrar automáticamente los ratios de liquidez en los informes financieros. Además, vemos que las empresas buscan cada vez más formas alternativas de medir la liquidez. Como los ratios de flujo de caja, para obtener una imagen más completa de su salud financiera. El impacto de factores externos, como las crisis económicas y las interrupciones de la cadena de suministro, también está desempeñando un papel cada vez más importante. Esta evolución pone de relieve la necesidad de controlar los ratios de liquidez en tiempo real para que las empresas puedan reaccionar con rapidez a los cambios en su situación financiera.

Qué hay que tener en cuenta

Aunque el ratio corriente es una herramienta útil, hay que tener en cuenta algunos puntos. En primer lugar, un ratio corriente elevado no siempre es positivo. Podría significar que su empresa tiene demasiado efectivo que estaría mejor invertido. En segundo lugar, un ratio corriente bajo puede no indicar automáticamente problemas. Algunas industrias, como el comercio minorista, tienen naturalmente ratios más bajos porque suelen vender bienes y recibir efectivo rápidamente. Además, es importante observar las tendencias a lo largo del tiempo. Un ratio estable proporciona más información que una instantánea en el tiempo. Por último, compruebe siempre la calidad de los activos. Por ejemplo, las acciones difíciles de vender pueden influir positivamente en el ratio, cuando en realidad no aportan liquidez adicional.

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