Un contable es un profesional que se ocupa de los registros financieros de una empresa u organización. Lleva un registro de todos los ingresos, gastos, obligaciones fiscales y otras transacciones financieras. Esto da a los empresarios una visión clara de su situación financiera y les permite tomar decisiones con conocimiento de causa. Un buen contable se asegura de que los registros sean siempre correctos y cumplan los requisitos legales. Además, el contable desempeña un papel importante en la preparación de las cuentas anuales, las declaraciones fiscales y los informes. Esto no sólo evita errores, sino que también ahorra mucho tiempo y dinero.
Orígenes y proveedores
La contabilidad existe desde hace siglos, pero el contable moderno ha evolucionado a lo largo de los años. Al principio, los empresarios solían llevar ellos mismos la contabilidad. Pero a medida que las empresas crecían, la tarea se hacía más compleja y surgió la demanda de profesionales especializados. Hoy, tanto los pequeños autónomos como las grandes empresas de contabilidad ofrecen servicios de teneduría de libros. Los contables pueden trabajar en distintos tipos de organizaciones: desde empresarios individuales a multinacionales. Ofrecen sus servicios en distintos sectores, como el comercio minorista, la construcción y la informática. Hoy en día también están surgiendo plataformas digitales de contabilidad, en las que los contables ofrecen asistencia tanto física como a distancia.
Así trabaja un contable
Los contables trabajan de forma precisa y estructurada. Recopilan todos los datos financieros, como facturas y recibos, y los procesan en programas informáticos de contabilidad. A partir de estos datos, elaboran informes que permiten conocer la salud financiera de una empresa. También comprueban las cifras para evitar errores. Se puede contratar a un contable para varios servicios:
- Mantenimiento de registros diarios
- Declaraciones de IVA
- Preparación de estados financieros
- Asesoramiento fiscal
- Nómina
En función de sus necesidades, un contable le ofrece apoyo total o parcial, lo que le permite centrarse en otros aspectos de su negocio.
Cómo empezar
Contratar a un contable en su organización puede hacerse de varias maneras, en función de las necesidades de su empresa. Como propietario de una empresa, puede optar por contratar a un contable interno. Esto es especialmente útil si tiene una empresa mediana o grande con transacciones financieras complejas. Otra opción es subcontratar la contabilidad a una empresa de contabilidad externa o a un autónomo. Esta suele ser una mejor opción para las pequeñas empresas y los autónomos que no tienen suficiente trabajo para justificar un contable a tiempo completo. También puede optar por contratar a un contable sólo para tareas específicas, como las declaraciones de impuestos o las cuentas anuales. De este modo, puede ser flexible con los costes y el tiempo que ahorra.
Legislación
Los contables deben cumplir leyes y normativas estrictas. En los Países Bajos, por ejemplo, es obligatorio conservar los registros durante siete años. Así lo establece la Algemene Wet inzake Rijksbelastingen (AWR). También existen normas específicas para las declaraciones fiscales, como la obligación de presentar a tiempo las declaraciones del IVA. Para las empresas que emplean personal, también es obligatorio llevar un registro de nóminas. Además, las cuentas anuales, preparadas por el contable, son obligatorias para las empresas más grandes que deben presentarlas en la Cámara de Comercio. El contable le ayudará a cumplir estas normas para que siempre cumpla la ley y evite multas.
Evolución reciente
El sector de la contabilidad ha experimentado importantes avances en los últimos años, especialmente en el campo de la tecnología. La digitalización y la automatización se han hecho cargo de muchas tareas manuales, permitiendo a los contables trabajar de forma más eficiente. Pensemos en programas informáticos que leen automáticamente las facturas y organizan los datos financieros. Además, la contabilidad en la nube es cada vez más popular. Esto permite a los empresarios acceder a sus registros en cualquier momento y lugar. El auge de la inteligencia artificial (IA) también está cambiando la forma de trabajar de los contables. La IA puede reconocer patrones en los datos y detectar errores en los informes financieros. Esto permite a los contables centrarse más en el asesoramiento y el apoyo estratégico en lugar de realizar tareas rutinarias.
Así se elige un contable
A la hora de elegir un contable, hay que tener en cuenta varios factores. En primer lugar, es importante que el contable tenga las cualificaciones y la experiencia adecuadas en su sector. Esto garantiza que el contable conoce bien las normas y reglamentos específicos que se aplican a su empresa. También debe prestar atención a la fiabilidad y reputación del contable. Pida referencias o lea opiniones en Internet para hacerse una idea. También conviene fijarse en el software de contabilidad utilizado. Lo ideal es que el contable utilice sistemas modernos e informatizados para minimizar los errores y hacer más eficiente la colaboración. Por último, la transparencia sobre los costes es esencial para no llevarse sorpresas.
El papel de TriFact365 en la mejora de la funcionalidad contable
TriFact365 es una plataforma innovadora que hace más eficiente la cooperación entre el contable y el empresario. El sistema automatiza muchos procesos que normalmente se hacen manualmente, como el registro de facturas. Al leer las facturas digitalmente, TriFact365 no sólo ahorra tiempo, sino también el riesgo de errores. Además, el software se integra fácilmente con los paquetes de contabilidad existentes, lo que le permite trabajar sin problemas con sus sistemas actuales. Para el contable, esto significa más tiempo para el asesoramiento y el apoyo estratégico, en lugar de realizar tareas administrativas repetitivas. TriFact365 ofrece así un valioso complemento a los métodos de trabajo actuales de un contable, lo que se traduce en una mayor eficacia y precisión en la administración financiera.