La Ley de Moore, llamada así por Gordon Moore, cofundador de Intel Corporation, es un concepto que describe el crecimiento exponencial de la potencia de los ordenadores. Afirma que el número de transistores de un circuito integrado se duplica cada dos años. El resultado es una mejora continua del rendimiento de los ordenadores.
La génesis
En 1965, Gordon Moore predijo por primera vez esta tendencia en un artículo para Electronics Magazine. Señaló que la complejidad de los componentes semiconductores aumentaba cada año. Lo que llevaba a duplicar el número de transistores por chip. Esta predicción pronto se conoció como la Ley de Moore y ha marcado el rumbo de la industria informática desde entonces.
Legislación
Aunque la Ley de Moore no ha dado lugar a leyes y normativas específicas, sí ha influido en el panorama tecnológico y económico. Los gobiernos de todo el mundo han desarrollado leyes y normativas para regular el impacto de los avances tecnológicos. Incluidas las que son coherentes con la Ley de Moore. Entre ellas se encuentran las leyes de privacidad. Las leyes antimonopolio y los derechos de propiedad intelectual aplicables al desarrollo y la distribución de productos y servicios tecnológicos.
Consecuencias de la Ley de Moore
La Ley de Moore ha tenido un enorme impacto en diversos aspectos de la sociedad. Ha dado lugar a un crecimiento exponencial de la potencia de cálculo, permitiendo avances tecnológicos en diversos campos. Esto incluye el desarrollo de ordenadores avanzados, teléfonos inteligentes, dispositivos médicos e incluso inteligencia artificial. También ha allanado el camino a la innovación en sectores como las telecomunicaciones, la biotecnología y el transporte. Sin embargo, la continua densificación de los transistores en los chips también ha traído consigo retos como la disipación del calor. La eficiencia energética y los límites de la física.
Hacia el futuro
La Ley de Moore sigue vigente gracias a las innovaciones pioneras de empresas como ASML. ASML está desarrollando tecnologías litográficas avanzadas que permiten la producción de transistores cada vez más pequeños y potentes. Estas tecnologías son esenciales para seguir duplicando la capacidad de los transistores cada dos años. Hace años que se especula con el fin de la Ley de Moore, pero empresas como ASML siguen haciendo avances sorprendentes. A pesar de las predicciones de que la ley llegaría a su límite, los avances tecnológicos siguen manteniendo viva esta tendencia.